Regresar a la vida civil puede ser un proceso complicado para un veterano. A muchos les resulta difícil hablar con amigos y familiares sobre lo que han visto o hecho. Algunos sienten que la vida que conocían ha seguido su curso sin ellos, dejándolos solos y preguntándose cuál será su próximo paso. A otros les cuesta liberarse de la hiperconciencia que tuvieron que desarrollar para sobrevivir durante el combate.
Sea cual sea el motivo, muchos veteranos sufren de depresión profunda, ansiedad y trastorno de estrés postraumático (TEPT), lo que a menudo conduce a la tragedia del suicidio. Sin embargo, para los veteranos, tener un animal al que amar y cuidar puede ser una decisión transformadora y sumamente positiva.
Las mascotas de compañía hacen más que alegrarnos la vida; son realmente buenas para nuestra salud. Más allá de los grandes beneficios que brindan las mascotas para la salud física, existen muchos beneficios para los veteranos que no son tan evidentes.
Salud mental
Muchos veteranos regresan del servicio activo con problemas de salud mental o incluso lesiones que afectan sus emociones. Cuidar de una mascota puede ayudar a reducir los síntomas de depresión, ansiedad, estrés y otras enfermedades mentales, además de bajar la presión arterial.
Los animales pueden brindar seguridad y tener un efecto calmante en el veterano, ayudar con episodios de depresión y ser compañeros cariñosos. Los perros perciben nuestro estado de ánimo y saben cuándo es un día difícil. Nos brindan amor y compañía sin juzgarnos, trayendo alegría a nuestras vidas mientras ayudan a sanar heridas emocionales.
Los animales suelen saber cuándo sus humanos se sienten tristes, enojados o molestos. Suelen reaccionar, como un amigo humano, con mucho cariño y apoyo. Un perro puede mover la cola, apoyar la cabeza en tu regazo y hacerte sentir especial y querido. Los gatos ayudan ronroneando, frotándose contra nosotros o sentándose en el regazo de su dueño. Aunque no pueden responder, las mascotas siempre están ahí para escuchar. Al brindar compañía, muchos veteranos se sienten menos solos; al contrario, sienten amor y apoyo.
Estructura y rutina
Los veteranos llevan años escuchando qué hacer y cuándo hacerlo. Puede ser difícil verse repentinamente liberados del mundo civil, sin la estructura y las rutinas que los han gobernado.
Las mascotas pueden restaurar esa estructura en sus vidas. Los perros necesitan que los paseen con regularidad. Los gatos necesitan que les cambien la arena con regularidad. Incluso los peces y los reptiles siguen un horario de interacción y limpieza. Todos los animales también necesitan ser alimentados con regularidad. Las necesidades de una mascota crean automáticamente la necesidad de una rutina y un horario. Este tipo de rutina puede ayudar a un veterano a establecerse y compensar parte del vacío estructural que dejó el servicio militar. Las mascotas pueden motivar a un veterano a encontrar un nuevo ritmo de vida no militar.
Compañerismo y camaradería
Las fuerzas armadas crean una estructura de trabajo compartido y fortalecen las relaciones en tiempos difíciles. Tras dejar el servicio activo, o incluso al pasar del servicio activo a la reserva, los veteranos podrían descubrir que esta etapa de sus vidas carece de esas amistades arraigadas.
Un amigo peludo puede brindar amistad y amor, además de una razón para levantarse de la cama todos los días. Nuestras mascotas dependen completamente de nosotros para sobrevivir. Están ahí el 100% del tiempo. Los perros y los gatos están listos para acurrucarse, conversar y jugar. Muchos perros, e incluso algunos gatos, disfrutan paseando con sus humanos. Las relaciones y los vínculos se forjan y se profundizan con el tiempo.
Un propósito superior
Los veteranos han ofrecido sacrificarlo todo, incluso sus vidas, para defender a nuestro país. Esto puede considerarse una causa verdaderamente noble, al servicio de una vocación o propósito superior. Sin embargo, puede ser difícil regresar a la vida civil después de dedicar la vida al servicio.
Rescatar una mascota de un refugio de animales es gratificante y puede ayudar a cumplir con ese deber. Hay miles de animales cariñosos necesitados en refugios de todo el país. A menudo, es una nueva oportunidad para el perro o el gato, así como para el veterano. Muchos han vivido una experiencia difícil y han sido maltratados, desatendidos o abandonados, viviendo en refugios. Demasiados nunca encontrarán un hogar definitivo.
Cuando los veteranos consideran tener una mascota en sus hogares, todos salen ganando. Al ser rescatados, el animal encuentra un hogar seguro y un propósito, y el veterano encuentra un compañero que ayuda a disminuir el sentimiento emocionalmente destructivo del aislamiento. Los veteranos que deseen ayudar a los animales de otras maneras pueden ser voluntarios o acoger mascotas necesitadas.
Las mascotas pueden brindar a los veteranos una fuerza central en la vida y la tranquilidad de saber que, pase lo que pase, sus mascotas siempre estarán ahí para ellos.