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El programa de Servicios de Protección para Adultos tiene la responsabilidad muy seria de ayudar a los adultos dependientes o personas mayores (de 65 años o más) a permanecer seguros en sus hogares respondiendo a las solicitudes de ayuda o informes de negligencia o abuso. Los servicios son gratuitos, y todos los adultos mayores y dependientes (incluyendo los discapacitados de 18 a 64 años) tienen derecho a servicios sin tener en cuenta los ingresos o la propiedad si hay necesidad de servicios de protección.

Los servicios de protección pueden ser necesarios por una variedad de razones. El más común de estos es el auto-descuido, donde la seguridad o el bienestar de un adulto está en cuestión debido a ser incapaz de atender las necesidades básicas, como tomar medicamentos, administrar el dinero, mantener la casa limpia y abastecida con alimentos nutritivos, Lavar la ropa o bañarse. En algunos casos, los adultos discapacitados o adultos mayores pueden ser víctimas de otros, como en el caso de fraude financiero o abuso físico.

Además de investigar las solicitudes de ayuda, el programa ofrece:

- Asesoramiento para personas mayores o discapacitadas, así como para sus familias
- Asistencia en la gestión del dinero
- Referencia a servicios legales
- Ayuda a encontrar otras formas de vida
- Conexiones con otros servicios y beneficios comunitarios

Si usted está preocupado por su propio bienestar y no tiene a nadie que esté dispuesto o pueda ayudar de una manera responsable, los Servicios de Protección para Adultos pueden ayudar. Si usted es un miembro de la familia, un amigo o un vecino y está preocupado por un individuo, puede llamar al programa local de Servicios de Protección para Adultos y solicitar ayuda. Si lo prefiere, su llamada puede permanecer anónima.

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